Cuando se hacen trabajos de bricolaje o manualidades, es útil tener herramientas en casa. Al igual que con todas las herramientas, es importante estar atento a los daños y esperar que tarde o temprano aparezcan manchas de óxido en la superficie.
La aparición de estas manchas no significa necesariamente que la herramienta haya llegado al final de su vida útil. En la mayoría de los casos, es posible devolver al instrumento su aspecto original con algunos trucos.
Sin embargo, si el instrumento lleva mucho tiempo oxidándose y, de alguna manera, ha conseguido instalarse por todas partes, corroyendo también el metal, la mejor opción es sustituirlo por uno nuevo.
¿Por qué se oxidan los instrumentos?
Las herramientas, como todos los productos metálicos, son susceptibles de sufrir corrosión. Las principales causas de este defecto son la humedad y el paso del tiempo. Con el uso, las herramientas se ensucian y con un mantenimiento inadecuado, se vuelven ocres o marrones y pierden su aspecto original.
Un almacenamiento inadecuado que no tenga en cuenta la humedad también puede acelerar la oxidación. Por lo tanto, es importante que las herramientas se mantengan completamente secas y alejadas de las zonas de condensación.
Para que las herramientas se mantengan en buen estado durante mucho tiempo, deben limpiarse inmediatamente después de su uso. Además de la limpieza, hay productos específicos que pueden aplicarse directamente a la superficie para eliminar la humedad y evitar la corrosión. Después de estos pasos, puede almacenar el producto sin temor a que se dañe.
Sin embargo, si el óxido ya se ha formado, puede eliminarse de una de las siguientes maneras
Medidas para evitar la oxidación
Esta tarea puede facilitarse utilizando productos específicamente diseñados para eliminar el óxido de las herramientas. Dependiendo de las instrucciones del fabricante, suele ser necesario sumergir las herramientas hasta 8 horas, según el grado de corrosión.
Transcurrido este tiempo, se debe pasar un trapo o una bayeta por la herramienta para eliminar cualquier residuo. En pocos minutos volverán a estar como nuevos. Sin embargo, a la hora de elegir estas sustancias, es mejor asegurarse de que no contengan ningún ingrediente tóxico o inflamable que pueda ser perjudicial para la salud o tener un impacto negativo en el medio ambiente.
El vinagre el remedio más antiguo
El vinagre es un ingrediente natural que puede utilizarse para una limpieza eficaz en cualquier entorno. Para eliminar el óxido de las herramientas, colóquelas en un recipiente con vinagre blanco y déjelas durante aproximadamente 8 horas, luego retírelas y límpielas con un cepillo.
Para obtener un mejor resultado, mezcla el vinagre con sal o utiliza zumo de limón en su lugar. En lugar de empapar la herramienta en estos líquidos, también puede aplicarlos directamente con un paño. En cualquier caso, estos ingredientes reaccionan con el óxido, disolviéndolo y facilitando su eliminación.
Patatas y detergente
Esta combinación puede parecer extraña, pero en realidad hemos obtenido buenos resultados en herramientas en las que el óxido no es muy profundo. El procedimiento es muy sencillo: basta con cortar una patata por la mitad y poner un poco de jabón en la parte sin pelar. Este recurso no se utiliza para fregar, sino para limpiar los equipos y eliminar la corrosión.
Neutralizadores de óxido o herrumbre
Estos productos son una gran manera de eliminar el óxido sin mucho esfuerzo. Basta con utilizarlos y esperar a que se haga el trabajo. Cuando se utilicen convertidores o neutralizadores de óxido, hay que tener en cuenta que no se recomienda utilizarlos en herramientas muy oxidadas, ya que pueden perforar la superficie metálica.
También hay que tener en cuenta que, una vez que la corrosión ha desaparecido, se consigue una superficie bastante rugosa y, por lo general, se requiere un acabado para devolver la superficie a su estado original.
Bicarbonato sódico
En este tratamiento, el bicarbonato de sodio se mezcla con agua hasta formar una pasta suficientemente espesa. El resultado se aplica a la herramienta oxidada y se deja durante una hora, después se limpia y se aclara. Se recomienda su uso cuando se producen ligeras manchas de óxido.